sábado, 28 de junio de 2008

La puerta del Infierno


Ese día despertó muy tarde, el sol ya casi se había ocultado, no tenía idea cuantas horas, o tal vez días, había dormido, tampoco le importaba.
Vivía así desde hacía mucho tiempo, tal vez demasiado...


Ese día se sentía igual que los días anteriores, cansado, abatido, sin fuerza fuerzas, intento levantar su cabeza, pero pensaba tanto que la dejó caer nuevamente, se preguntó porqué la sentía tan pesada si él se sentía tan vacío; los recuerdos tal vez, ellos llenaban su cabeza y tenía la sensación de que estaría libre cuando ésta explotara y los dejara escapar.


Ese día despertó como siempre, pensando en ella, extrañándola y odiándola a la vez, esperando verla y sabiendo que ya no podía hacerlo, amándola y sintiéndola tan lejana, tan ausente a su sufrimiento, tan de otro...

Ese día, al igual que los anteriores, iba a quedarse en su casa vacía, con su cama vacía, con su cuerpo vacío. Lentamente con mucho esfuerzo se fue sentando en la cama, quedó reflejado en el espejo y no se reconoció, se miró a los ojos no vio nada, no tenían chispa ni brillo de inteligencia, nada humano, intentó buscar su alma pero no la encontró, pensó que estaba rota al igual que su corazón, ya no le importaba. Se incorporó y camino hacia la ventana.

Ese día, recordó un dicho que antes le gustaba: "El que no conoció el amor no conocerá la puerta del paraíso", se le ocurrió una frase más apropiada para su condición: "El que conoció el amor tarde o temprano conocerá la puerta del infierno".

Ese día la vio, estaba ante el, podía tocarla con la mano, sólo tenía que abrirla y penetrar en el abismo, no le preocupaba lo que podía ocurrirle si daba ese paso, sabía que no podía estar peor, ya no podía sufrir, ya no quería estar allí, ya había entregado su alma hacía mucho tiempo, a ella, al demonio, no había diferencia, se decidió, la poca dignidad que le quedaba le ayudó a hacerlo, fue abriendo lentamente la puerta, y quedó cara a cara con el infierno; se dejó caer en el...

Ese día su último pensamiento fue para ella, le dijo que la amaba, terminó su frase justo antes de que su cabeza explotara sobre el pavimento...
Los peatones ocasionales huyeron horrorizados preguntándose qué puede impulsar a un hombre a tomar esa decisión...


No hay comentarios: