sábado, 28 de junio de 2008

Felicidades...


En unas pocas horas mas sabemos que se termina, se va... Nadie puede negarlo, se nota en el aire cargado de buenos deseos de la tarde de verano...
“Buenos deseos” benditos o malditos?
Que puede esperar un hombre a quien la gente ya no puede bendecir con buenos deseos?
“Felicidad para este nuevo año... “ y no hay caso, no sale una respuesta, ni siquiera “gracias, igualmente”, solo un “gracias” a secas... y quedarse viendo esos ojos que miran suplicando una mentira...
Que sentencia impiadosa hay en ese silencio, cuanto dice...
Dice, entre otras cosas, que no va a ser feliz, que no va a ser nuevo, que no va a ser...
Sabemos que al no decir marcamos lo que vendrá, ese futuro al que no sobrevive ninguna fe.
No podemos mentir, nos parece hipócrita bendecir con deseos a alguien que ya fue maldecido por designio de alguien superior. Nos parece hipócrita mentir cuando la mentira es tan evidente y no nos damos cuenta que a veces es tan necesaria...
Hoy es 31 de diciembre y le digo: “Felicidad para este nuevo año”...y Dios se cruza a la vereda de enfrente no vaya a ser que escuche.


No hay comentarios: