jueves, 29 de enero de 2009

Súplica


Supliqué, supliqué con mi alma muda,
al cielo azul, negro, rojo,
ese que te ve y conoce,
que muestre el sentimiento real en ti.

He suplicado al viento, a la lluvia,
hasta a Dios!

Me quedé en llagas,
mostrándoles y mostrándote
mi deseo.

La desesperanza ha matado todo.

Mi soledad no tiene alas,
es prisionera en el silencio,
es la mudez del cielo,
del viento, de la lluvia,
hasta de Dios!

Supliqué, supliqué.
Nada ni nadie escucha.


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