sábado, 19 de julio de 2008

Hidra


La noche se enrosco en torno a mí,
atándome a tí.
Pensé, a cual? A que tí?
Como ungirte Hidra?
Como saber cual es tu real cabeza?
O todas son reales?
O todas tienen que ser coronadas?

El dolor se enrosco en torno a mí,
algo sangro, por dentro.
Lanza invisible que se volvió en mi contra,
imposible para un mortal, la labor titánica de Heracles.
Que te sigan corando, otras.
Esas que ni saben de tus siete cabezas.

Te hablo a tí, pensé que estabas cerca,
pero la noche, pero el dolor,
es todo tan oscuro,
tanta sombra emana de mi cuerpo
que cubre lo que puede, como puede,
pero las coronas brillan, aun en la oscuridad.
Me quedo ciega?


No hay comentarios: