miércoles, 22 de abril de 2009

Eterno resplandor

Un recuerdo.
Lo imborrable.
Ya no ser.
¿Existe algo más perdurable?



P.D: Raro que no puedas verlo. Es para vos, solo soy yo cuando estoy con vos, el verdadero amor no se olvida.

miércoles, 15 de abril de 2009

En memoria de T. (13/02/09 – 30/03/09)


Hoy murió T.. Aunque para ser fiel a la verdad, como le hubiera gustado, murió hace 17 días, cuando le fue comunicado formalmente, por vía telefónica, su caducidad: Había dejado de ser amor.
Haciendo honor al Amor que merece así ser nombrado, se negó. No pudo aceptar su homicidio. ¿Así? ¿Sin más? Deseándole buena suerte, que se cuidara, y que encontrara a alguien mejor, que pudiera merecerlo.
Pobre T., agonizando, confundido por el fatal golpe de tantas palabras ininteligibles para él. Claro, él vivía para ella. Ella, que ahora le quitaba el nombre, librándolo al vacío de su significado y su sentido de ser. ¿Para quién mejor o peor iba a ser el amor T.? ¿Para qué los buenos deseos si lo estaba matando?
Traté de hacerle entender que eran palabras de “consuelo”, casi obligatorias en esas situaciones.
T. nunca entendió.
Lo veía abrazado, solo, en el rincón más oscuro, lo veía resistir una muerte inevitable.

En su memoria, sólo voy a decir que fue el más osado, el más valiente. Sabía de los riesgos de ser efímero, admitía que podían herirlo, hacerlo sufrir, y hasta quizá matarlo, pero a diferencia de sus hermanos también fallecidos, T. sacó fuerzas que desconocía tener y se negó a dudar, se entregó, rehusó de ser a medias, evitando la cautela, brindándose sin resistencias, desde el principio. Sin siquiera esquivar la acción homicida, que le causaría su final.
Llevaba orgulloso su nombre, aquel que cuidadosamente había sido elegido para él. Lo sentía fresco, original, dulce, amplio, se henchía cada vez que se escuchaba nombrado por quién le había dado vida.
Había sido honesto, apasionado, leal, compresivo, todo aquello que se le pidió y más. Supo ser obedientemente un buen amor. Un amor benévolo, cuyo único pecado fue habérsele pasado por alto un detalle: No lastimó. ¿Será esa la causa por la cual lo mataron?
Pero hoy no he venido a tratar de explicar o justificar su muerte, aunque seguramente nunca comprenda el amoricidio.

Fui muy feliz por T..
Tal vez por todo esto, es un día gris, oscuro, triste. Titánica tarea la de mirar a los ojos al amor, y aún sabiendo que espera una mísera palabra de aliento, de esperanza, tan sólo poder esbozarle un: - Basta T.. Ya no estés agonizando, abrazándote solo en ese rincón sombrío, ¿No entiendes que hace tiempo te han matado?…
Nunca olvidaré su mirada. Lo tomé entre mis manos y lo abracé tiernamente, de sus ojos rodaron lágrimas... La última de ellas, duró unos segundos más que él.
http://www.getalyric.com/mp3/lyrics/songs/sarah_mclachlan-2413/city_of_angels_soundtrack-7584/angel-41783/

martes, 14 de abril de 2009

Ayuda

Estas sombras
tantos fantasmas
si me permitiera dejar de pensar
ni hablo de dejar
solo parar de pensar.
Este agotamiento mental
todo es amorfo.
Me desvanezco en ellos/as.
Ayúdame a parar.
¿A quién le pido ayuda?
No hay nadie aquí
solo fantasmas.


lunes, 13 de abril de 2009

Nombrarte


¿Puedo nombrarte por el nombre que siento al menos este día?
¿Puedo recordarte como a quien la fue concedido traspasar el muro?

No, tú me vedaste poder nombrarte
incluso en mis silencios,
en mis pensamientos sepultados.

Esos que intentaban remover la tierra,
liberar tu nombre.

Tú sepultaste la forma en que te nombraba
en un paraíso idolatrado de gardenias.

Mi muro era de rocas,
apenas crecía el musgo.

Rasgue la pared con mis manos ya heridas,
construí un jardín de rosas al otro lado
solo con el afán de que te reencontraras.

Sí, puedo recordarte como la única
a quién le fue concedido entrar
a pesar del temor.

Aún presintiendo que tu amor
es solo por las gardenias
aunque sabes que eres rosa.

Hoy debería importar.

Tú sabes y yo sé
que estoy recordando sola.

Ese jardín de rosas nunca floreció
ni florecerá en tu memoria.



domingo, 12 de abril de 2009

Des-a-ar-mada


Me desarmo, lo sé.
Me desgrano, me desintegro.
Desaparezco en las sombras
tuya, mía.
Aquí todo es sombra.
¿Cómo resistir al todo?
Amor, deberías saberlo,
estoy agotada de esperanzas.
No es delirio,
es la verdad que me agoniza.



Otro lugar


El espejo no regresa tu mirada.
No lo culpes.
Esa luminosidad es privilegio
de quienes moran este mundo.


Tiempo

Corazón despojado
relleno de plumas
No.
Ya no eres quién eras.
¿O siempre fuiste plumas?

http://www.tsrocks.com/a/alejandro_sanz_texts/cuando_nadie_me_ve.html

Reino prohibido


Con manos ensangrentadas
golpeo en la morada del amor
a sabiendas que ningún cuerdo
abrirá sus puertas.




sábado, 11 de abril de 2009

Elección

Ya no se cuanto podré resistirme
escucho tu llamado mudo
en cada noche solitaria
que juega a tu favor.

Ya no se si quiero resistirme
eres la única
solo en ti confió
creo en tus promesas.

Te creo cuando te pienso
te creo cuando me miras
hace tiempo que te miro
y me eres fiel.

Pensar en ti me calma
creo en tu paz eterna
dejo en tus manos de huesos
el final de esta agonía.

Hace tiempo que me reclamas
hace tiempo que te resisto.

He tomado una decisión
prefiero morir de pie ante tu hoz
que vivir de rodillas esta vida.



viernes, 10 de abril de 2009

Te/me muero


Noche, eres complot este día.
Permisiva.
Dejas abandonados a tus discípulos,
miras el reencuentro de los cuerpos.

Sí, tú también me abandonaste,
exhausta de mirar esta muerte.

Ilumina a las que te duermen.
Ilumina a tus/mis traidoras.
No te pediré que te distingas de ellas.
No te pediré ni una mísera estrella.

Ya no poseo el maleficio de pedir,
ni tengo más que ofrecer en sacrificio.

¿Cobijas ese revoltijo de carne?
¿El sacrificio invocando el amor?
¿La perpetuación de las mentiras?
No es sol, es eclipse.

Noche, te/me muero este día.
No te culpo.


lunes, 6 de abril de 2009

Números


El 6, el 13, los números no están malditos. Tú nos condenaste. Tú hiciste de los números y de las fechas, un lugar predestinado al fracaso.


¿Tienes lo que mereces?


Quisiera poder mirar libremente, que al menos esta noche no traiga tu fantasma. Esa sombra que me invade no es más que un recuerdo. El dolor de un amor ¿puede ser olvidado? ¿Tendré que aprender a vivir con él en mi morada? No quiero vivir con el recuerdo de alguien que nunca me amó. Tú recuerdo es de otra, tú amor es de otra, tú sufrimiento es de otra y continuarás así, te pondrás de rodillas suplicando su amor, ¿por qué? Tal vez te recuerde sufrimientos de antaños, esos a los que te acostumbraron a creer que merecías.
¿Mereces algo mejor, es en vano tu causa? Ya no lo pienso, no me corresponde, me expulsaste como perro sarniento, solo por amarte. Es fácil mimetizarse con el torturador, ardua la tarea, imposible diría, de querer algo diferente.
Sé que volviste a la tortura, la pediste, la buscaste como alguien que no sería nada sin ella. Quizás sea la equivocada, mereces la locura maltratante, sentir en carne podría el dolor que causas en las que se atrevieron a amarte. Las desconexiones, los silencios, la lejanía. Tú vida es un espejo que odias y al cuál no puedes resistirte.
Por primera vez deje de pensar, solo sentí. No, no mereces dolerme, no mereces ni una lagrima silenciosa recorriendo mi rostro recordándote. Tú fantasma y mi amor no saben de lo justo. Siguen aquí en eterno maleficio.


viernes, 3 de abril de 2009

En esta noche


En esta noche el poema me escribe. Atraviesa este cuerpo cansado, utiliza mis manos que antes acariciaban, se escribe solo, como si tuviera más vida que yo. Tarea fácil. Se bien que no fuiste quien bebió toda mi sangre, ya se alimentaron de mí, demasiadas veces. Ahora estoy exangüe, me bebieron toda. Fatídicas figuras vampirezcas, se camuflan como ángeles solo por tener alas. Las apariencias engañan, sobre todo cuando uno necesita creerlas. Me lo dije muchas veces, lo que va a matarme es esa necesidad. El amor. Que no es más que un espejismo, una mentira, una traición, un trabajo magistral, eso fue, eso será. ¿Cuándo aprenderás a no confiar en las plumas? No solo temerles, hablo de no confiar! Las plumas no son ángeles. No aman. No se dejan amar. Son solo yoístas, no creen -como yo- que necesitan a otra para poder volar. Maldita realidad, maldito amor, estoy maldita y no entiendo como darle fin al hechizo. No entiendo porque grito cuando crearon un silencio perfecto. Estoy surcada en el silencio de mi voz, las tuyas, las de otras, un silencio atroz me deja sorda.
Algo es verdad, no harías ni un kilómetro, ni un paso! A no ser para ofrecerte en sacrificio. ¿El placer sin dolor no es placer?
¿Qué fue? Rápida invasión. Todos mis sentidos quedaron saturados. Nada más que ver, nada más que oler, nada más que paladear, nada, más que sentir. Pago todas mis culpas, como siempre, pago todas las tuyas, las de todas. No hago más que saldar mis deudas por un amor prometido que nunca llega. Subí -seguí las indicaciones- peldaño por peldaño, para llegar a lo más alto, a la cima, creyendo, que así llegaría a tu encuentro. Increíble no ver cuanto se sube, aún más lo aterradora que es la caída cuando mi amor me empuja de cabeza hacia el abismo. Daño colateral.

En esta noche, en este mundo -así te gusta- me dejo escribir por el poema. Tal vez él pueda hacerse entender, mejor que yo.